Seguramente, al leer la frase de la imagen, lo primero que piensas es en ese gran proyecto que tienes meses pensando en hacer. También, debes pensar en la cantidad de dinero y tiempo que le debes dedicar para que se haga realidad.
Ahora, te invito a que prestes atención a esas ideas más pequeñas y sencillas que se te ocurren a diario. Ideas que pueden ser hasta escribirle a un amigo con el que tienes tiempo que no te comunicas, abrazar a un ser querido o no comer el trozo de pizza adicional.
Invertir en tu idea es tomar una acción para manifestarla. Si al despertar hoy, pensaste en escribirle a un amigo, como dice el slogan de Nike, solo hazlo. Dile un hola y regálale una sonrisa cuando vea tu mensaje. Eso genera muchísima Luz y eleva la frecuencia de la humanidad.
Cada pensamiento o idea que tenemos es un mensaje que nos susurra el creador en el oído. A medida que vayas atendiendo los mensajes, empezando por los más pequeños, tu capacidad para manifestar lo que piensas se va a fortalecer.
Como dicen los kabbalistas, no creas lo que te estoy compartiendo, ponlo a prueba.
¿Cuál es la primera idea en la que vas a invertir hoy?
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